Los orígenes de nuestra marca inician gracias al esfuerzo de una niña de 8 años la cual tuvo que dejar sus estudios para trabajar en el campo. Internada en el trabajo arduo y rudo de cultivo como tantas otras mujeres, ella, aplomaba todos sus esfuerzos para algún día sacar adelante a su familia, motivada por la dedicación de aquellas mujeres que, como ella, soportaban días sin fin, horarios interminables hasta el cansancio extremo, que hasta llevaban a sus hijos en sus mantas para no detener el proceso de cultivo.
Fue así que esta niña, comprendió el valor y amor que tenían estas mujeres por sus cultivos ancestrales. Esta niña creció y luego de muchos años de trabajo, decide crear ULEVA SAC, que surge de una combinación de su nombre y apellido. Esta comunidad de productores tenía como objetivo cambiar las mentalidades de su pueblo, en cuanto a su visión de las mujeres, atestando del valor de su trabajo y preservando sus costumbres de cultivo.
Años después nace Huerto María, una marca que identifica la fuerza, valentía y amor de todas las mujeres valiosas de ésta comunidad, ubicada en Tingo Maria – Huánuco– Perú. Con esta marca, deseamos preservar nuestras tradiciones que datan desde los años 1976 y con ello buscamos entregar productos ancestrales de calidad, pero sobre todo demostrar al mundo que somos mujeres emancipadas, fuertes y valiosas.
Entregar al mundo productos naturales y de calidad, cultivados tradicionalmente respetando las técnicas ancestrales de nuestros incas y permitiendo a las mujeres peruanas trabajadoras, transmitir su identidad, sus valores y ambiciones a través de productos que brindamos en Huerto María.
Buscamos ser una marca reconocida a nivel internacional, destacando los productos más representativos de nuestro país, como la Maca, el cacao y el Café.
Continuidad de técnicas ancestrales
Responsabilidad social y ambiental
Calidad al 100%
Respeto y amor a nuestros productos
Responsabilidad social y ambiental
Huerto María® contribuye directamente al empleo local de la comunidad, permitiendo a las mujeres del campo emanciparse y beneficiarse gracias a un comercio responsable y justo.
Cultivamos nuestros productos manteniendo técnicas ancestrales y agradeciendo a nuestra madre tierra todos los productos que nos ofrece.